No sé si alguna vez habéis oido hablar del proefsor Toshiro Kanamori, pero a mí me impactó cuando vi este reportaje por televisión. Un profesor diferente que consiguió un resultado extraordinario de su grupo de alumnos: una pedagogía para ser feliz y pensar en los demás. Las expresiones, las reacciones y las actuaciones de estos pequeños niños es sencillamente maravillosa. Ellos aprendieron de su maestro, pero también el maestro aprendió de ellos. Una complicidad tan fuerte que vale la pena disfrutar de esta maravilla.